lunes, 6 de enero de 2014

Buffy, temporada 9 (cómic)

9x05

He decidido emprender una tarea para la que no tengo los conocimientos, pero me sobra la pasión. Iré analizando las entregas en cómic de la novena temporada de Buffy Cazavampiros a medida que se vayan publicando. A todo esto, las entradas estarán repletas de spoilers, pues mi intención es detallarlo todo al máximo con la intención de tratar de descifrar el futuro de la heroína por antonomasia y de su pandilla. Para empezar, escojo nada más y nada menos que el 9x05, que tiene el sugerente título de "Slayer, Interrupted".
     Este título entronca con el que ha sido, a mi parecer, la mejor entrega de cómic hasta la fecha, el 8x05, "The Chain", donde una cazadora disfrazada de Buffy se hacía pasar por ella para llegar al inframundo y recuperar el control sobre las criaturas mágicas. No obstante, murió en esta gesta sin lograr su propósito, si bien por un tiempo asumieron que la auténtica Cazadora había muerta, hecho que las cazadoras pudieron aprovechar para atacar ante el desconcierto. Hasta la fecha, se trata de mi número preferido de largo, a pesar de ser independiente, o quizás por eso mismo, porque Buffy no se ha dado prácticamente nunca a salirse del arco general de temporada o personajes. En este caso, no entronca con la trama central de la octava temporada, salvo de manera muy tangencial.
     Se trata, además, del único número/capítulo de la serie donde no aparece la protagonista. Aunque está en esencia, en realidad no lo está. Ahora, retomamos ese submundo, una temporada más tarde, y ahora es cuando ese capítulo aislado parece entroncar con el resto de la serie con una nitidez aplastante. Primero, porque entra en contacto con la mitología del Buffyverso. De entrada, aparece la primera cazadora, y esto siempre es una señal excelente. No hay más que recordar uno de los mejores capítulos de la serie, "Restless". Tenemos, pues, a la cazadora original hablando en sueños a Buffy. Luego, aparece un hada del inframundo donde había muerto la falsa Buffy. Los seres mágicos se sienten traicionados no por la destrucción de la semilla mágica, sino porque creían que la Cazadora había muerto para siempre; de hecho, se han planteado que Buffy sea la impostora. Con la ayuda de Willow, y esto marca otro de los puntos fuertes de este número, las dos amigas juntas de nuevo, con unos dibujos preciosos de ambas (las trenzas de Buffy; esa belleza mística de la bruja) y una amistad retomada a pesar de la lejanía de un tiempo a esta parte.
        Hay en este número dos grandes revelaciones: una, la magia puede ser restaurada al mundo, pero en esta ocasión la Elegida no es Buffy, sino Willow. La pelirroja acepta su destino y se despide de su mejor amiga dispuesta a arrojarse a sus demonios, la magia y la posible recaída en su adicción. La segunda revelación, el cliffhanger del episodio, es brutal y muy efectivo. Abre, por si fuera poco, un gran número de posibilidades y enriquece a un personaje que corría el riesgo de quedarse anclado en la andadura de siempre: Buffy Summers, la Cazadora, está embarazada.

9x06

Buffy ha sido un producto arriesgado a la hora de tratar temas polémicos: sexo, relaciones autodestructivas, homosexualidad, asesinato... Ahora, de repente, trata uno de los temas más complejos y que levanta más ampollas en la sociedad: el aborto.
     De nuevo, un número donde el pasado tiene mucha relevancia. Buffy decide hablar con la única persona que aparentemente puede ponerse en su delicada situación, Robin Wood, otrora director del instituto de Sunnydale, hijo de una Cazadora asesinada por Spike. Ya hubo en la séptima temporada un episodio dedicado a narrar esta historia en dos tiempos, 1977 cuando el vampiro asesinó a Nikki Wood en el metro de Nueva York, y la actualidad, cuando el propio Wood se plantea acabar con Spike a modo de venganza. La mitología de la serie está presente de nuevo, dado que es un hecho altamente inusual que las Cazadoras tengan descendencia. En el caso de Wood, su vigilante le propuso dejar su misión, abandonar la cacería de vampiros en otro lugar, lejos del consejo y del mundo que conocían para poder criar a Robin. Aunque al principio accedió, llegado un momento la llamada interior de la Cazadora se hizo imposible de obviar, de modo que volvió a su misión hasta la muerte.
     Buffy no tiene ni idea. Piensa en deshacerse del feto, acabar antes de que sea demasiado tarde, pero Robin la disuade: después de todo, él no estaría ahí si su madre hubiera abortado. Será duro, pero no imposible. Además, Buffy no está sola.
     Mientras tanto, Spike colabora con un inspector de policía por consejo de Buffy, ya que vuelve a contar con el apoyo institucional con el que no contaban las cazadoras poco tiempo antes. Aunque el agente no comprende la relación entre el vampiro y la cazadora, forman un bien tándem.
     Ambas tramas confluyen cuando Buffy llama a Spike para pedirle ayuda: ha decidido abortar. Él está decidido a ayudarla.
     Aunque es evidente que Buffy no abortará, el tema está ahí. Y digo es obvio porque, de abortar, los guionistas acabarían con todo un filón narrativo que abre mil puertas para ampliar la mitología del universo que han creado en estas temporadas (sin obviar Angel). Así, lo que cabe preguntarse aquí es cómo afrontará Buffy la maternidad, el siguiente paso lógico en su camino personal, y qué engendrará su vientre, si un ser humano cualquier u otro ser excepcional. Eso, por no hablar del sexo del bebé y la identidad del padre.
     Con esta entrega, nos vuelven a demostrar que la temporada 9 supone una verdadera esencia a la tradición televisiva, nada que ver con el 'bigger than life' en que se transformó la octava temporada. De este modo, los personajes han de afrontar conflictos humanos, muy personales, ligados a la naturaleza que han forjado hasta ahora. Una temporada que, por el camino que lleva, está llamada a convertirse en una de las mejores de su Historia.


Buffy 9x14: Billy the Vampire Slayer

Tras el maravilloso -en todos los sentidos- issue #14 de Angel & Faith, "Family Reunion IV" y ese encuentro de nuestros personajes favoritos de ambas series (impagable unir a Dark Willow y Angelus en la misma entrega), llega la nueva entrega de la novena temporada de Buffy, Cazavampiros con un título tan prometedor como el que consta en él: Billy the Vampire Slayer. ¿Un cazavampiros con nombre de hombre? ¿Masculino? ¿En serio? Esto es nuevo. Muy nuevo. ¿Esto es nuevo?
     Recordemos algo. Durante la emisión de las siete temporadas iniciales, no hubo un solo capítulo donde no apareciera la Cazadora. No obstante, esto se resolvió con la llegada del 8x05, "The Chain", aunque la esencia de ese número era la suplantación de Buffy y, por tanto, el personaje permanecía presente.
     En cuanto a cazadores de vampiros, la reminiscencia más evidente es Wood, hijo de una Cazadora y enemigo convencido de los vampiros, aunque el único sentimiento que le movía era la venganza. En cuanto a los demás cazadores aparecidos a lo largo del recorrido de la serie, lo hacían por obligación (Giles), supervivencia (Oz, Xander, Andrew) o cuestiones trascendentales (Spike, Angel), pero no por pura convicción.
     Recordemos asimismo quién es Jane Espenson, una de las guionistas más relevantes en el Buffyverso (después de todo, fue una de las productoras y supervisoras de la mayoría de la serie), además experimentada en series como Caprica, Game of Thrones, Torchwood... En definitiva, una personalidad dentro del canon de la ficción. Por tanto, cuenta con total libertad para introducir conceptos nuevos en el metaverso que tratamos. De este modo, aquí, en el número 14, presenta una nueva idea: convertirse en Cazavampiros por convicción.
     Billy es un chaval joven, un adolescente que aún va al instituto y sufre acoso por ser homosexual. En principio, esto debería suponer toda una vuelta a los orígenes de la serie, lo tan demandado por los seguidores tras la bigger-than-life octava temporada. Así, regreso al instituto y personaje en problemas por ser distinto. A estas alturas, introducir a un personaje homosexual no resulta transgresor; en parte, por culpa de la saturación a la que nos han sometido productos como Glee. La cuestión es que en su día, cuando Willow inició su relación con Tara, sí era un paso adelante en la ficción adolescente o post-adolescente. En cualquier caso, esperemos que el hecho de que Billy sea homosexual no sea significativo más allá del dato. 
     Porque claro, y esto es lo que podría mosquear al personal: Buffy nació como una serie feminista, un producto donde las mujeres son poderosas y los hombres, débiles. Buffy Summers es un icono feminista, como queda patente una y otra vez (la última, tras su decisión de abortar; si bien resultó ser una excusa para generar cierta polémica, a mí me pareció un número valiente). Por tanto, que de repente surja un joven con la decisión de convertirse en Cazador por convicción desbarata toda la simbología inicial de la serie. No obstante tras un poco de investigación en Internet, he descubierto a qué se debe la decisión de Espenson: muchos lectores de Buffy, y digo lectores gays en masculino, le contaban cómo Buffy les había cambiado la vida, les había enseñado grandes lecciones vitales, se había transformado en un referente. Jane pensó entonces: ¿por qué estos chicos no habrían de poder soñar con hipotéticamente llegar a ser Cazadores de vampiros? Y lo hizo. Aunque la lógica parezca forzada, la escritura es hermosa.
     Billy decide luchar, no dejarse intimidar y convertirse en lo que quiere ser con ayuda de la persona a la que quiere. Billy será el primer cazavampiros que a los quince, dieciséis años escucha la llamada y decide convertirse al bando de unas chicas que no gozan de la mayor popularidad. Sin superpoderes, sin ser potencial, sin ser una chica, sólo porque cree que es lo que debe ser en este mundo. Y podría ser sólo el primero de muchos, parece esgrimir Espenson, pues cualquiera tiene cabida en este universo, cualquiera puede convertirse en "elegido" en cierto modo por propia voluntad. Es un mensaje alentador.
     Entre tanto, recordemos que la población de ¿zombiros? crece exponencialmente, que algunas Cazadoras se han alejado del camino marcado por Buffy (ahí está, sin ir más lejos, Simone, con vistas a convertirse en uno de los Grandes Villanos) y todo apoyo será bien recibido. Dejamos al final de este número, hecho por y para presentar a este nuevo personaje, a Billy camino de Buffy para formar parte de uno de los escuadrones de Cazadoras. Sólo espero que esto sirva para introducir a un personaje de largo recorrido en la serie, no una aparición pasajera que habría tenido más sentido en Tales of the Slayers o Tales of the Vampires que dentro de la novena temporada. Si la llegada de Billy supone una vuelta a la frescura adolescente de las primeras temporadas de la serie, será un éxito, ya que logrará conciliar a los fans de aquellas avaenturas iniciales con las de las temporadas más densas y oscuras. Sea como sea, en el próximo número sabremos hasta qué punto tiene cabida Billy en la mitología de Buffy, Cazavampiros.

Actualización 28 octubre 2012

Me dice mi amiga Rocío lo siguiente: Billy the Vampire Slayer es la introducción en un universo (aparentemente) determinista como el de Buffy de un concepto tan crucial como el de libre albedrío. No es una concesión a la comunidad gay de lectores de Buffy; es, de nuevo, la introducción de cuestiones metafísicas, problemas filosóficos, de primer nivel en la saga. 

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