domingo, 17 de abril de 2011

¿HAY VIDA DESPUÉS DE FRIENDS?



Seis actores para seis personajes. Diez años de emisión. Treinta guionistas por episodio. Multitud de cameos de primer nivel. Las cifras hablan por sí solas: Friends era en su momento la mejor comedia de la televisión, y probablemente siempre ocupe un lugar en el Olimpo de las sitcoms. No obstante, pasan los años y sus protagonistas apenas hacen nada relevante; las nuevas generaciones no saben quiénes son David Schwimmer o Matt Leblanc. Hagamos algo: repasemos la desigual trayectoria de la pandilla de amigos tras tocar el cielo.
Deformación profesional
Es curioso cómo cuando las personas llevan mucho tiempo trabajando en un ámbito desarrollan cierta dependencia por su trabajo. Es el caso de los protagonistas de Friends, que siguieron más o menos una estrecha relación con la pantalla pequeña.
  • Jennifer Aniston: no la hemos vuelto a ver por televisión más que en algún late night para promocionar su trabajo en cine. Las malas lenguas dicen que fue una de las principales responsables del fin de la serie, dado que quería volar alto y probar suerte en el mundo del cine. La hemos visto en películas como..... aunque su carrera nunca ha terminado de despegar. Parece que a estas alturas lo más cerca que estará de Hollywood es ser la ex novia de Brad Pitt. Evidentemente, sus aspiraciones a nueva princesa de América no se cumplieron. Profesionalmente, la que más sale perdiendo con la disolución de la pandilla. Como redención televisiva, su aparición en 30 Rock como novia de Alec Baldwin nos recuerda por qué la amamos tanto en su momento, así como las visitas que ha hecho a las series de su amiga Courteney Cox (Dirt, Cougar Town).

  • David Schwimmer: Ross, el eterno (y judío) amor de Rachel, encontró su camino antes de abandonar el barco de los Amigos. Ya entonces, sobre todo en las últimas temporadas de la serie, dirigía muchos episodios. Esto es no poco habitual en series de largo recorrido donde sus actores implicados tienen inquietudes profesionales (es el caso de David Duchovny en Expediente X o David Boreanaz en Bones, por ejemplo). Aparte, ha seguido en el mundo televisivo implicado en la producción de dos miniseries bélicas junto a Spielberg, Band of Brothers y su "continuación", The Pacific, ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, ambas también de la cadena de cable HBO. Claro que su sitio en la dirección lo ha llevado a dirigir varias películas, la última Trust en 2010. Por no mencionar su aparición episódica en la serie metatelevisiva por excelencia, 30 Rock, donde hacía de superhéroe concienciado con el medio ambiente embutido en mallas verdes, o la dirección de la temporada americana de Little Britain. En la actuación, además de los cameos, se ha atrevido a ponerles voz a personajes de Madagascar. Larga vida a Schwimmer delante o detrás de las cámaras.
  • Courteney Cox [Arquette]: la obsesiva Monica, quien por cierto fue la única del reparto que no se llevó un Emmy, ha seguido probando suerte en la pequeña pantalla con productos hechos a su medida. Primero llegó Dirt, donde asumía el rol de una periodista sin escrúpulos para lucimiento de ella, y aunque al principio llamó la atención de muchos (cameo lésbico de Jennifer Aniston mediante), no tardó en hundirse. Para su mayor fortuna, puesto que el año pasado estrenó Cougar Town, una comedia a su medida en la que tiene por pareja a un yogurín, que ha logrado fidelizar a la audiencia y donde hemos tenido la suerte de volverla a ver compartir pantalla con Lisa Kudrow en un favor por favor excelente. Es obvio que Courteney y la televisión aún tienen mucha vida por delante, más allá de sus flirteos con el cine (la saga Scream, sin ir más lejos).
  • Matt Leblanc: el más limitado de todos, podemos afirmarlo sin sonrojarnos. Durante la emisión de Friends, Joey Tribianni era el más querido, quien tiraba del carro de la comedia siempre que había que introducir algunas risas fáciles (algo que ha heredado Barney Stinson), y el boom fue tan grande que, cuando se anunció el final de Friends, sus responsables no pensaban dejarlo ahí, de modo que le crearon un spin off (Angel, Frasier) con él como punto neurálgico. Llevarse a Joey a Los Angeles y buscarle una nueva vida no hizo más que demostrarnos las carencias del personaje y la alarmante sincronía de la serie madre. Era un humor más tonto, una serie bastante mala que nos hizo olvidar rápidamente al Joey amado de Friends. Así pues, la cancelaron a las dos temporadas. Han tenido que pasar varios años y alguna película olvidable hasta llegar a su redención este año. Matt apostó por un producto de Showtime (Dexter, Californication, Weeds...) con mucho que vender. Si Joey ya era el personaje metatelevisivo por excelencia, retoma aquí un camino ya explorado en parte por su compañera Lisa Kudrow y protagoniza en 2010 Episodes, serie donde se interpreta a sí mismo en la actualidad. Y va más allá: en Episodes se supone que a Leblanc le han ofrecido protagonizar el remake de una serie inglesa. No es comedia pura ni drama puro. Se trata de ese humor incómodo tan de moda hoy en día tipo Extras o The office, y otro producto que sumar al subgénero de la metarrealidad o realidad ficcionada que, esperemos, durará varias temporadas. Y eso que Matt es lo más flojo de la serie...
  • Lisa Kudrow: Phoebe Buffay, hermana de Ursula, personaje que existía antes que el de la hermana buena y apareció, si mal no recuerdo, por primera vez en Cheers. Todos amaban a Phoebe tanto como a Joey, aunque el personaje de ésta ha aguantado mejor el paso de los años. Su actriz es probablemente la más discreta, la más desconocida por el gran público. No obstante, es la que parece haber adoptado más retos profesionales y así demostrado que, del reparto de Friends, es de las más capacitadas, si no la mejor. Poco después de acabar Friends se embarcó en un proyecto apasionante para HBO de la mano de nada más y nada menos que el creador de Sexo en Nueva York, The Comeback. Agárrense, que vienen curvas: Kudrow es Valerie Cherish, actriz que en los noventa protagonizó una sitcom de relativo éxito y dejó las cámaras. Ahora quiere volver a la palestra con otra comedia, pero a cambio debe protagonizar un reality show con su vuelta al estrellato. Humor incómodo, falso documental, intrincada estructura, crítica brutal al mundo de la televisión. Duró una temporada, pero es una joya que todo el mundo debería ver. A los dos minutos de capítulo habrán olvidado a Phoebe Buffay, con lo difícil que es desencasillarse. Pero Lisa Kudrow no se amilanó, y tras un intento de dar el salto al cine con poca fortuna, se puso a producir sus propios proyectos (de algo debía servir el millón de dólares por episodio) como la serie online Web Therapy, donde interpreta a una psicóloga que hace sesiones por Skype en esta parodia de In treatment. Por Web Therapy han pasado desde absolutos desconocidos a Courteney Cox (ahí se entiende el favor por favor) o actores de la talla de Meryl Streep, Alan Cumming, Jane Lynch…: De momento sólo hemos visto tres temporadas, aunque lo más probable es que dé el salto a televisión y se emita en una cadena real. Decía que también produce y escribe sus productos, cierto, lo cual demuestra iniciativa, inquietudes e inteligencia, como cuando produjo hace dos años una serie de documentales en los que varias celebrities (Sarah Jessica Parker, Steve Buscemi, ella misma...) buscaban sus raíces (Who do you think you are?). Lisa Kudrow: gran actriz y rara avis.

  • Matthew Perry: Chaendler Bing es uno de los mejores personajes cómicos que ha dado la televisión. Su ambigüedad sexual, sus traumas infantiles, su trabajo secreto... De hecho, es un personaje que, con el paso de los años, ha sumado muchos puntos. Ahora produce desazón verlo en pantalla y pensar que, durante el rodaje de Friends, Matthew Perry estaba siendo víctima de diversas adicciones, y que los veinte kilos que ganaba y perdía entre temporadas no eran exigencias del guión. No cabe duda de que, junto a Kudrow, es el mejor intérprete de los seis. Por eso Aaron Sorkin (La red social, El ala oeste...) no dudó en ficharlo para un arco de episodios en la Casa Blanca. Más aún, en 2005-2006 le ofreció una serie maravillosa, inabarcable y metaficticia: Studio 60 on the Sunset Strip, donde Perry interpretaba al jefe de guionistas de un programa tipo SNL. Las curiosidades quisieron que compitiera de frente con la otra comedia metatelevisiva, 30 Rock, y aunque Studio 60 llevaba todas las de ganar (¡Sorkin la escribía!) al final de la temporada la cadena decidió cancelarla. Si bien Perry hacía aquí un grandísimo papel con discursos memorables y pasillos interminables marca Sorkin, ahí acababa su flirteo con el mundo de la tele dentro de la tele. Hasta ahora. Hace unas semanas Matthew Perry estrenó su nueva comedia, Mr Sunshine, con su otrora compañera de El ala oeste Allison Janney. No es una gran serie, aún tiene que encontrar su equilibrio, depurarse, pero Perry sigue estando divertido como responsable de un estadio donde lo mismo se celebra una convención política que un concierto de Rihanna. Además, demuestra que Perry está en buen estado, que ya es decir.

A estas alturas ya nadie esperará una película que reúna a Rachel, Ross, Monica, Joey. Phoebe, y Chaendler. Lo más que tendremos serán cameos de unos en los proyectos de otros y la esperanza de que la amistad delante de las cámaras trascendiera a la ficción y, pasados los años, los seis de Nueva York siguen siendo amigos que comparten café y charlas en el Central Perk. Eso, y que ninguno ha fracasado, sólo que tocaron techo muy jóvenes...